Después de sufrir incendios mayores en tres de los últimos cinco años, las familias informadas del Condado de Sonoma tienen sus “bolsas para llevar” preparadas con anticipación, con productos esenciales en caso de que deban salir de sus casas de inmediato.
También las tienen los equipos en el Departamento de Servicios Humanos del Condado de Sonoma. Pero sus bolsas para llevar son un tanto diferentes. Contienen una tienda de campaña, computadoras, muchas formas de registro y todo lo demás que necesitan para levantar rápidamente un Punto de Evacuación Temporal, un punto crítico en la respuesta del Condado ante una emergencia.
“Solo agarramos nuestras cosas y estamos listos para irnos”, dijo Angela Struckmann, directora de Servicios Humanos.
Abrir centros de evacuación durante las emergencias es solo uno de los papeles de Servicios Humanos. Las divisiones de los cuatro programas de la agencia proporcionan asistencia económica a las familias de bajos ingresos; protegen a los niños que han sufrido abuso o descuido; ayudan a los adultos mayores y a las personas con discapacidades a vivir de manera independiente en sus casas y proporcionan entrenamientos para empleo y servicios de carrera a las personas que están buscando trabajo. Uno de cada cinco residentes del Condado de Sonoma – más de 100,000 personas – se apoyan en sus servicios cada año.
Cuando ocurre un desastre, Servicios Humanos asume otro trabajo muy importante: dar albergue a las personas que han tenido que salir de sus casas. Es un trabajo que ha cambiado dramáticamente desde los devastadores incendios de octubre 2017, que mataron a 24 personas en el Condado de Sonoma, destruyeron más de 5,300 casas y forzaron a un estimado de 100,000 personas a evacuar.
Antes de 2017, las evacuaciones en masa eran relativamente desconocidas en el Condado de Sonoma. La mayoría eran causadas por inundaciones ocasionales en el Russian River, un tipo de desastre que se mueve más despacio y que proporciona más tiempo para alertar a los residentes y establecer los albergues de emergencia.
Desde entonces, los líderes del condado han presentado una iniciativa más completa para prepararse contra los incendios y otros desastres que ocurren sin una advertencia. Por ello, Servicios Humanos ha mejorado la manera en que alberga a la gente durante las evacuaciones, adoptando las lecciones aprendidas en los recientes incendios y la pandemia por la COVID-19.
Como resultado, el Condado ha incrementado el número de recursos de ayuda y la calidad de los servicios proporcionados en sus albergues de emergencia. Ha buscado el estandarizar los servicios, asegurándose de que los miembros del público tengan acceso al mismo apoyo, sin importar donde busquen ayuda. Ha integrado a socios comunitarios confiables a la respuesta y ha incluido la equidad en cada faceta de las preparaciones del Condado ante un desastre.
“Hemos aprendido mucho desde 2017 y hemos trabajado muy duro para estar preparados para futuros desastres”, dijo Struckmann. “Estamos listos para movilizarnos de inmediato y darle servicio al público cuando más nos necesita”.
Durante los últimos cinco años, Servicios Humanos ha albergado a más de 7,800 personas durante cinco evacuaciones de emergencia, incluyendo cuatro incendios y una inundación. Después de cada activación, el departamento ha desarrollado revisiones detalladas que lo que funcionó bien – y de lo que se tiene que mejorar.
Una innovación surgió de la pandemia de COVID-19, y fue cuando el Condado empezó a usar los Puntos de Evacuación Temporales, o TEPs, durante los incendios de 2020. Estos puntos proporcionan un lugar seguro para que las personas se detengan y planeen su siguiente movimiento. El concepto fue desarrollado inicialmente como una forma de proteger a los evacuados de la COVID-19 al desviar a la gente de los albergues masivos a lugares no grupales como hoteles o campamentos. Ahora son una parte integral de la respuesta del Condado ante un desastre. Un TEP se puede abrir en minutos, más rápido que un albergue de evacuación, convirtiéndose así en un refugio instantáneo para la gente desplazada por un desastre. Normalmente localizado en estacionamientos grandes cerca de una carretera y con frecuencia también cercano a un albergue de evacuación, el TEP sirve como un centro donde los trabajadores en desastres pueden evaluar rápidamente las necesidades de la gente y conectarla con los servicios. Los evacuados pueden usar el baño, contactar a la familia y amigos e identificar un lugar donde quedarse. Los TEPs se pueden localizar durante una emergencia llamando al 211 o visitando SoCoEmergency.org.
Los albergues de evacuación tienen recursos adicionales de ayuda, incluyendo comida, catres y cobertores. Desde el momento en que alguien se registra en un albergue de evacuación, Servicios Humanos trabaja para proporcionarle una ruta hacia la recuperación. Se renovaron las formas de registro utilizadas en los albergues, para reunir información de los evacuados sobre sus necesidades probables, lo que proporciona datos que le permiten al Condado el dirigir los recursos a donde más se necesitan y rápidamente conectar a los evacuados con recursos de ayuda del gobierno y de organizaciones no lucrativas.
“Mientras más pronto pongamos a la gente en la fila para recibir servicios, mejores serán los resultados”, dijo James Cooper, coordinador asistente de servicios de emergencia en el Departamento de Manejo de Emergencias del Condado.
Cada uno de los cerca de 1,000 empleados de Servicios Humanos no solo es un especialista en su trabajo normal. Como todos los demás empleados del Condado, el personal de Servicios Humanos también está preparado para dejar sus labores normales durante una emergencia y responder como un trabajador en servicios de desastre. El entrenamiento en servicios de desastre para trabajo de emergencia, como albergar a los evacuados, se proporciona a los empleados nuevos durante sus clases de introducción y de actualización, que están programadas regularmente para los empleados. Algunos son entrenados para apoyar a la gente con necesidades especiales de acceso o funcionales, como las personas con movilidad limitada o aquellos que necesitan ayuda extra con sus funciones básicas de vida.
El plan de albergues de emergencia le da una alta prioridad a la equidad, reconociendo y abordando los impactos desproporcionados de los desastres en los miembros más vulnerables de nuestra comunidad. Por ejemplo, Servicios Humanos ha tomado acciones para asegurarse de tener personal bilingüe en todos los albergues, especialmente en el área de recepción. El Condado también ha mejorado sus letreros en español y en inglés en los albergues de evacuación para dejarle saber a toda la gente que está segura en el albergue, sin importar su estatus migratorio. Los oficiales de Vigilancia de Migración y Aduanas de los EE. UU. (ICE) no pueden ingresar en los albergues de emergencia u otras operaciones relacionadas con la asistencia en desastres.
“Queremos hacer que todos los miembros de nuestra comunidad se sientan bienvenidos y seguros”, dijo Cooper.
En 2018, el Condado creó el Consejo de Albergues del Condado de Sonoma – un grupo de trabajo que incluye a la Cruz Roja Americana, a los gobiernos de las ciudades y a organizaciones no lucrativas – para coordinar y construir la capacidad en los albergues. El consejo creó un manual para los gerentes de los albergues que les proporciona guía en todos los componentes involucrados en las operaciones del albergue, incluyendo la alimentación de grupos grandes y el manejo de donaciones y de los voluntarios.
Para asegurar que los residentes tengan un acceso conveniente a un albergue de emergencia, sin importar donde vivan, el Condado está trabajando con las ciudades para crear una capacidad en los albergues de 5,000 personas, lo que es igual al 1 por ciento de la población. El primer paso fue identificar los huecos existentes y los recursos necesarios, como edificios, catres, cobertores, y personal entrenado para operar los albergues, dijo Cooper. Ahora, el Condado está trabajando en llenar esos huecos a través de entrenamiento, compra de recursos de ayuda adicionales para desastres, identificar más lugares para los albergues y mejorar la calidad de los recursos existentes, dijo. Como parte de esa iniciativa, Servicios Humanos ha cargado remolques móviles con todos los artículos básicos para abrir varios albergues y los ha repartido a lo largo del condado, asegurando así que se puedan activar rápidamente cuando sea necesario.
Además de colaborar con las ciudades, el Condado también trabaja de cerca con un grupo de organizaciones no lucrativas locales llamado Organizaciones Comunitarias Activas en Desastres, o COAD, para colaborar en la preparación y respuesta ante los desastres. Los grupos de no lucrativas trabajan junto con los empleados del Condado en los albergues para ayudar a cubrir las necesidades de los evacuados, lo que es parte de un plan para integrar la respuesta ante una emergencia que proporcionan los grupos comunitarios y el gobierno.
Mantener las operaciones del programa durante una emergencia es vital para un departamento como Servicios Humanos, el cual proporciona los servicios esenciales de una red de seguridad para la comunidad. Algunos de aquellos a los que atiende Servicios Humanos son particularmente vulnerables, incluyendo a 6,000 adultos mayores y personas con discapacidades en el programa de Servicios de Apoyo en Casa. Cuando las personas ingresan al programa, son evaluados por nivel de vulnerabilidad, como si viven solos o requieren de equipo médico especifico. Utilizando esa información, junto con mapas GIS, Servicios Humanos puede generar listas de personas que probablemente serán las más afectadas en una orden de evacuación, corte de energía u otra emergencia.
“Inmediatamente contactamos a aquellos clientes que tienen el mayor riesgo en un desastre. Nuestro personal de Adultos y Envejecimiento deja todo y se enfoca de manera proactiva a contactar a aquellos que pudieran necesitar ayuda extra. Cuando impacta un desastre, todo mundo sabe lo que tiene que hacer”, dijo Struckmann.