Header Logo Recover

El programa de reducción de materiales combustibles y manejo de la vegetación salva vidas y propiedades

Una confluencia de factores – condiciones áridas, fuertes vientos y una abundancia de vegetación leñosa – contribuyó a la peor tormenta de fuego en el Condado de Sonoma que inicio el 8 de octubre, 2017. Una de las muchas lecciones que los líderes del condado sacaron de las incontables horas de análisis posteriores a las acciones al inicio de los incendios Tubbs y Nuns, fue la necesidad de un mejor control de la vegetación y la colaboración de la comunidad.

Después de que el Condado recibió los $149 millones del arreglo con PG&E, la Junta de Supervisores dedicó $25 millones de esos fondos para incrementar los esfuerzos de control de la vegetación, reduciendo así los combustibles que le permiten a un incendio el crecer de manera incontrolable.

“El fuego nos hizo despertar y darnos cuenta de que no estábamos preparados para manejar algo así”, dijo Kim Batchelder, coordinadora de manejo de la vegetación del Condado de Sonoma. “Ahora, estamos tratando de ponernos en una situación donde seamos más proactivos, para que cuando un incendio llegue a esta área, estemos mejor preparados”.

Reducir estratégicamente las cargas de materiales combustibles en la región le ayudará a los bomberos, protegerá las propiedades y mejorará el acceso a la evacuación para salvar vidas durante incendios futuros, dijo Batchelder. El trabajo va desde el nivel individual, como abrir un espacio de defensa alrededor de la casa, hasta el nivel macro, como crear áreas libres de materiales combustibles a lo largo de los caminos existentes y las cordilleras.

“el enfoque tiene dos partes,” dijo Batchelder. “Tu trabajas desde la casa hacia los paisajes y de los paisajes hacia la comunidad”.

En los últimos dos ciclos de estipendios, el programa de manejo de la vegetación les ha dado fondos a 46 proyectos con montos aproximados a los $8.3 millones a lo largo del condado. A través de esfuerzos colectivos de CALFIRE, Agricultura + Espacios Abiertos del Condado de Sonoma, Permisos Sonoma, Aguas Sonoma, Extensión Cooperativa de la UC, Distritos de Conservación de Recursos de Sonoma y Gold Ridge y organizaciones sin fines de lucro como Sonoma Seguro contra los Incendios, Centro Ecológico de Sonoma, Fundación Pepperwood y otros asociados, estos proyectos fueron seleccionados a través de un proceso competitivo tratando de ocuparse de los niveles más altos de amenaza de un incendio y mejorar la resiliencia de la comunidad.

Los fondos han sido invertidos en proyectos que van desde programas de trituración en la comunidad, proyectos de limpieza de las orillas de los caminos para mejorar el acceso y las rutas de evacuación, hasta proyectos a  nivel paisaje como áreas sin materiales combustibles a lo largo de cordilleras prominentes para proteger a las comunidades, extensiones con tratamiento de quemas y pastoreo normativo para permitir que más propietarios de tierras reduzcan los materiales combustibles y por lo tanto la amenaza de incendios. Los fondos también han sido invertidos en la distribución de radios de emergencia para las comunidades con desventajas, creación del espacio de defensa en tierras tribales y el desarrollo de un Manual de Manejo de la Vegetación específico para el condado con Principios y Prácticas para los propietarios de tierras, administradores de recursos y cuadrillas.

Batchelder dijo que aun cuando el mejor programa de manejo de vegetación no hubiera detenido un incendio histórico como el Tubbs, que llegó arrasando el canon Mark West Creek, por las montañas de Fountaingrove y voló sobre la Carretera 101 llevando a la destrucción del vecindario de Coffey Park en Santa Rosa.

“No hay un espacio sin materiales combustibles que hubiera detenido a un incendio como el que vimos”. Si el incendio se puede saltar la 101, todos los pronósticos son superados”.

Pero un programa de manejo de la vegetación con buenos fondos reducirá los materiales combustibles y bajará el riesgo de incendios en el Condado de Sonoma, dejando una comunidad más segura y resiliente. “Nuestro próximo reto es asegurarnos de que estos esfuerzos sean sostenidos y que estén lo mejor coordinados que sea posible”, dijo Batchelder.